lunes, 9 de noviembre de 2009

Franciso Quevedo


Sólo en ti, Lesbia, vemos que ha perdido
El adulterio la vergüenza al cielo,
Pues que tan claramente y tan sin velo
Has los hidalgos huesos ofendido.

Por Dios, por ti, por mí, por tu marido
Que no sepa tu infamia todo el suelo:
Cierra la puerta, vive con recelo
Que el pecado nació para escondido.
No digo yo que dejes tus amigos
Mas digo que no es bien que sean notados
De los pocos que son tus enemigos.

Mira que tus vecinos, afrentados
Dicen que te deleitan los testigos
De tus pecados más que tus pecados.

Rosal, menos presunción,
donde están las clavellinas,
pues serán mañana espinas las que ahora rosas son.

.¿De qué sirve presumir,rosal de buen parecer,
si aún no acabas de nacer
cuando empiezas a morir?
Hace llorar y reír vivo y muerto tu arribo,
en un día o en un sol;
desde el oriente al ocaso va
tu hermosura en un paso
y en menos tu perfección.

Rosal, menos presunción…No es muy grande la ventaja
que tu calidad mejora:
si es tu mantilla la aurora,
es la noche tu mortaja:
no hay florecilla tan baja
que no te alcance de días
y de tus caballerías,
por descendiente del alba,
se está riendo la malva,
caballera de un terrón.Rosal, menos presunción…

Solitaria Errante.

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